sábado, 29 de noviembre de 2014

El Yelmo





Cuando el sol va declinando [....] las agujas de la Pedriza semejan, desde Madrid, llamas de una hoguera inmensa, en cuya parte central y eminente, una forma rotunda, donde el sol rebrilla como en un espejo, contrasta con el agitado flamear de las cresterías circundantes. Esa peña rotunda es la Peña del Yelmo o del Diezmo, como dice también la gente del país. En los días claros de invierno, hasta en aquellos que más desfiguran las tracerías de la montaña las masas de nieve, la inmensa cúpula del Yelmo destácase por su esférica rotundidad, siendo esta peña y el pico de La Maliciosa los dos más terminantes rasgos del Guadarrama con que el madrileño contemplador del paisaje augusto de la Sierra se familiariza antes.

(Francisco Alcántara,  publicado en el diario "El Sol"  el 28 de abril de 1922).






sábado, 22 de noviembre de 2014

Lenitivos






La Sierra devuelve en energía y salud el esfuerzo gastado en conocerla.

Constancio Bernaldo de Quirós

 ("Guía Alpina del Guadarrama", 1909).






Extrajo de su mochila una reciente edición facsímil de "La Pedriza del Real De Manzanares", un clásico de Constancio Bernaldo de Quirós publicado en 1922 que siempre portaba encima, y concentró su atención en el fragmento final del prólogo que, como un íntimo y simbólico ritual, siempre le agradaba releer al concluir sus recorridos. En él  su autor justifica lo apropiado de su presentación en formato de bolsillo "puesto que se destina a que sus copias sean llevadas al lugar mismo que constituye su asunto y leídas a la vista de los heroicos paisajes pedriceños, en pleno aire libre y bajo la ruda intemperie de su ambiente, tan violento en la caricia como en el zarpazo, o en el interior del querido "Albergue Giner", que muestra desde su amplia ventana todo el panorama del impresionante Circo de La Pedriza Posterior, invitando a la osadía de las escaladas".



Levantó la vista del libro y paseó la mirada por las irreales formas pétreas que la circundaban: moles rocosas en inverosímil equilibrio, los estrechos pasadizos que había atravesado reptando, callejones alambicados tras los que siempre se ocultaba alguna grata sorpresa, caprichosas figuras de enigmática toponimia (La Bola de los Navajuelos, El Torro, La Pared de Santillana...) entreveradas  con la mancha áurea de la otoñada en sazón. 




Conectó el reproductor mp3, y arropada por la luminosa trompeta de Lew Soloff escogió un pasaje al azar que comenzó a leer con fruición.





La música, los libros, un paisaje, la armonía de su cuerpo vibrando en pleno esfuerzo: lenitivos en los que buscar refugio frente a una sociedad ramplona y asfixiante cuya iniquidad  se le mostraba esplendorosa bajo el potente foco de su propia lucidez... 


viernes, 14 de noviembre de 2014

Saltar



"Más arriba, por encima de esta línea menos negra, aparece ya,  cerrando en definitiva el  horizonte, el telón azul del Guadarrama, con sus cresterías nevadas, nítidas, luminosas, irradiadoras...”
                                                                                  (Azorín)








Saltar por las veredas
y sentir que estamos vivos,
al  ritmo de los pulsos atrapar el tiempo,
que el agua fría del otoño nos empape.

Abrir mucho los ojos y retener cada instante,
respirar hondo el aire que nos alienta.

Y el placer de arrancarle un día más a la garra que acecha, girar el rostro,  componer una mueca burlona y decir: hoy tampoco será...





viernes, 7 de noviembre de 2014

La víspera del infinito





Una madrugada, hace unos cuantos meses, barriendo las frecuencias de la radio el azar me llevó a descubrir un programa cuyo planteamiento inmediatamente me atrapó. Desde entonces ha cambiado en alguna ocasión el día y el horario de emisión;  actualmente sale al aire los sábados de 6 a 7 h. Aprovechando las ventajas de la tecnología me he descargado todas las emisiones disponibles en el podcast para paladearlas y disfrutarlas con comodidad. 

Hablo de "La víspera del infinito", presentado por Alejandro Alcalde en rne.  Este espacio radiofónico me entusiasma ya que abarca numerosos ámbitos que me interesan: la música, la literatura, el cine, la semblanza de muy diferentes personas, la historia, la filosofía...  "La víspera" puede comenzar presentando una novela cuyo título coincide con el de un tema de rock, que podría basarse en una poesía, que quizá inspiró una película en la que se planteaba una circunstancia interesante cuyo protagonista es un actor del que se nos ofrece su biografía,  o cuyo director nació en cierto país, en el cual existe una estatua con una inscripción... O cualquier otra combinación que podamos imaginar. En definitiva una sucesión de sorprendentes encadenamientos en los que todo es posible.

Aunque el programa admite una escucha digamos "pasiva", y ya se disfruta de este modo, es tal el caudal de sus aportaciones que resulta altamente recomendable  tener cerca un bloc y un bolígrafo para tomar nota de las referencias de toda índole que van surgiendo. En este apasionante viaje descubriremos novelistas, poetas, músicas de todos los estilos, países, sucesos... En definitiva ideas que nos abrirán nuevos territorios por explorar.

La madrugada, la voz de Alejandro Alcalde,  la ambientación musical... Un viaje sugestivo y evocador que os invito a realizar:


http://www.rtve.es/alacarta/audios/la-vispera-del-infinito/



Post scríptum: hace casi dos meses que, a pesar de que "La víspera" continúa emitiéndose, no cuelgan los podcast. Me he puesto en contacto con "Rtve" y me informan que desde esa fecha están reponiendo programas anteriores, es decir que todos están ya disponibles en la web.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Cruce de caminos



No hi ha present, 
tots els camins són records o preguntes.

Miquel Martí y Pol (del poema "De mi en sé poca cosa...")





Inspiró con lentitud,  profundamente, tomándose su tiempo. Los ojos cerrados, la atención reconcentrada, los sentidos alerta.

En la penumbra la acompañaba una melodía familiar, un tanto plana y pálida debido a la mínima reverberación que imprimía el recinto al sonido.

Entreabrió los labios, el aire leve abandonaba su cuerpo. Sin solución de continuidad, tuvo la impresión de que una suave y agradable corriente eléctrica recorría la superficie de su piel, apenas un breve cosquilleo que le erizó el vello.

Dirigió la mirada hacia la zona acristalada y realizó la seña convenida. Tras la mampara, una figura en cuyo rostro se reflejaban tenues resplandores intermitentes, alzó el puño cerrado, desplegó un dedo, y después otro, componiendo una especie de uve.

La música cesó súbitamente; el piloto se iluminó. Visualizó, fugaz en su imaginación, el instante de lanzarse al vacío en paracaídas desde la Cessna Skyline del club.

Escuchó su propia voz, con extrañeza, casi con sorpresa, como si le fuera ajena:

- Bienvenidos a "Cruce de caminos"...

Sus músculos se destensaron. Sintió su respiración acompasada despejando el camino a la comunicación fluida.

Tiempo evanescente,  palabras lanzadas al aire, presencias intuidas, la seducción de la madrugada, de nuevo...