viernes, 25 de diciembre de 2015

María Zambrano




Nacer sin pasado, sin nada previo a que referirse, y poder entonces verlo todo, sentirlo, como deben sentir la aurora las hojas que reciben el rocío; abrir los ojos a la luz sonriendo; bendecir la mañana, el alma, la vida recibida, la vida ¡qué hermosura! No siendo nada o apenas nada por qué no sonreír al universo, al día que avanza, aceptar el tiempo como un regalo espléndido, un regalo de un Dios que nos sabe, que sabe nuestro secreto, nuestra inanidad y no le importa, que no nos guarda rencor por no ser...

Y como estoy libre de ese ser, que creía tener, viviré simplemente, soltaré esa imagen que tenía de mí misma, puesto que a nada corresponde, y todas, cualquier obligación de las que vienen de ser yo, o del querer serlo.

María Zambrano ("Delirio y destino")




sábado, 12 de diciembre de 2015

La vida de Adèle (Abdellatif Kechiche) Palma de Oro (Cannes 2013)





No pasarán, no han de pasar
la grisura ni el vacío inmensurable
que sucede al aviso de unos ojos diciendo adiós,
adiós ahora sí, esta vez sí, para siempre, adiós.

(Manolo García, "Morder el polvo")








Abandonó el cine por una puerta lateral que la arrojó a un callejón estrecho y húmedo. Se encontró de súbito sumida en una noche destemplada de árboles pelados y viento pulsátil, en sincronía con el golpeteo provocado por las sensaciones que recorrían su ánimo.

Durante la proyección no existió otra realidad que la de una historia de amor entre la frágil y luminosa Adèle, una chica  que deja atrás la adolescencia, y Enma, una joven y enigmática pintora en cuyos profundos ojos azules se plasman los horizontes abiertos que aquella ansía.

Renunciar a pensar, a desear, a imaginar, únicamente contemplar lo intangible servido a través de unos primeros planos hipnóticos que nunca saturan, que siempre te dejan con ganas de más, la atención en permanente alerta para no perder ningún detalle sutil.

Caminaba pensando que no conocía ninguna filmación de una ruptura amorosa realizada de modo tan sublime. Había presenciado sobrecogida la imagen veraz del desgarro, la desesperación y la devastación, también había asistido con alivio y un cierto regusto de melancolía, al recomponer de fragmentos rotos. Todo ello constituía un estudio de las emociones humanas más auténtico que muchos tratados de Psicología.

Algunos, con la sensibilidad embotada por el prejuicio, hablaban de pornografía, ella únicamente vio reflejada en la pantalla vida y belleza inmarcesible.

Y ahora, quizá inducida por el tiempo desapacible, la nostalgia arañando su piel...







                                            Léa Seydoux (Emma) y Adèle Exarchopoulos (Adèle),
                                            brillantes protagonistas.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Vibración



Estar sentado el menor tiempo posible; no dar crédito a ningún pensamiento que no haya nacido al aire libre y pudiendo nosotros movernos con libertad, a ningún pensamiento en el cual no celebren una fiesta también los músculos. [...] La carne sedentaria […] es el auténtico pecado contra el espíritu.

 (Friedrich Nietzsche,  “Ecce Homo”).







Asistió a la luz crepuscular que preludiaba el orto, respiró los contornos acerados de las cumbres, acarició el profuso bosque que guarnecía el valle, y cuando las nubes volanderas se entretejieron con su piel sintió acrecentarse la llama que alentaba su pecho.

Durante toda la jornada caminó con fruición, inasequible a los arañazos del agotamiento. No iba en pos de una identidad, siempre contaminada por la obligación social de ser alguien, sencillamente deseaba destilar lo esencial, descartar lo irrelevante, integrarse en el flujo de la vida.

Ya en penumbra, cuando  todo quedó reducido a una impresión, a un rumor de fondo, a una intuición que denominó la vibración de lo eterno, y que para ella carecía de cualquier connotación religiosa o mística, sumida en un sereno estado de clarividencia, las preocupaciones que hasta entonces la acechaban se le antojaban infundadas, y tuvo la certeza de que nada de lo que había temido podría sucederle...



lunes, 16 de noviembre de 2015

Espejismo

"Mira el paisaje por la ventanilla, los campos hostigados por la sequía, la reverberación del sol en la autopista, el ritmo que pautan los postes de telefonía, el norte acercándose con lentitud, desvelando que quizá no es más que otro espejismo, la línea de un futuro inalcanzable".

(Sara Mesa "Cicatriz")







Contempla el cielo que, diáfano  bajo la influencia de los vientos alisios, se le ofrece inmenso y pleno.

Se pregunta por qué tantos miran sin ver. Víctimas que repercuten el daño, obcecados en su búsqueda estéril, prisioneros del hábito, nunca hallan, ni hallarán. Erraron al señalar la causa de su desasosiego, marraron en el camino escogido, ocultando transitoriamente un vacío vertiginoso cuya existencia se niegan a enfrentar, pero que se manifiesta ineluctable. Ignoran que ya están inmersos en la vida;  la ausencia de perspectiva les impide comprender la conveniencia  de abrir el plano, de intentar una comprensión global. Para ellos no sirven las cartas de navegación o las balizas que, desde el inicio de los tiempos, dejaron otros.

Padecen un deseo que  remite a la acción pero que, resulta paradójico, asfixia e inmoviliza al sujeto hasta anularlo, sin más expectativa ya que diluirse en la alienación  o constatar con desesperación, demasiado tarde,  tras alcanzar la idealizada meta vital, que ésta carece de significado, si es que realmente lo tuvo alguna vez. Un desenlace atroz, cuando no resta espacio para rectificar el rumbo.

El bullicio de unos niños que juegan en las inmediaciones la aparta de sus pensamientos. Comprueba una vez más la pantalla del móvil, sin signo alguno de actividad. Retira la tapa trasera del mismo y extrae la tarjeta SIM. Después de inutilizarla partiéndola en dos, la arroja a un contenedor. Selecciona en el dispositivo algunos temas musicales que la acompañarán esta noche, que ya se anuncia en el relente bajo un cielo cárdeno...



lunes, 2 de noviembre de 2015

Generación Pusilánime


Bret Easton Ellis (1964-), el controvertido autor de "Menos que cero", "American psyco", "Los confidentes" o "Luna Park" entre otros títulos, ha acuñado el término "Generación Pusilánime" que sería de aplicación a gran parte de las personas nacidas en la era de internet. Ellis, que se define a sí mismo y a sus coetáneos como constituyentes de una generación profundamente pesimista e irónica, considera que la juventud actual, como consecuencia sobre todo de la educación recibida, de la crianza por el mero hecho de existir en una crisálida de halagos, ha desarrollado una hipersensibilidad en diferentes aspectos, especialmente a la crítica.

Pero resulta inevitable, todo el mundo ha de toparse con el lado oscuro de la vida, que tan profusamente ha plasmado el autor en sus novelas: a alguien no le gustas, o no le gusta tu trabajo, alguien no corresponde a tu cariño... Y la gente se muere. Encontraríamos así una generación muy segura y positiva cuando las cosas marchan bien, pero paralizada y derrotada por los contratiempos, incapaces de reaccionar incluso ante sucesos banales, que las personas nacidas décadas atrás afrontan como inherentes a la vida. Aplicándoles un término en boga procedente de la Psicología, que ya se ha ocupado de estas cuestiones, carecerían de resiliencia.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Presagio




Después del furioso chaparrón de otoño, caminaba por una cuadrícula perfecta de calles, sin prisa, confiando su rumbo al azar. En ocasiones, al embocar alguna callejuela, vislumbraba  bajo un cielo plomizo el resplandor luminiscente del mar.

Había encontrado a su paso numerosos grupos de chicos. En algunos, a pesar de su juventud, percibía de modo ostensible por su manera de desenvolverse, por sus expresiones, la mareta de la superficialidad, la indiferencia  y el nihilismo, rasgos de personalidad  que nuestra sociedad favorece con prodigalidad.

Es un signo de los tiempos. Ajenos a la evidencia de que el contador de su vidas ya estaba en marcha, avanzando con tenacidad, dentro de unos años, transcurrido el periodo de su existencia en el que el viento tal vez  sople a favor,  se toparían bruscamente con una realidad cuyos atributos principales: la aflicción, el desamparo y la frustración,  por diversos motivos les habían sido hurtados y para afrontar la cual, pusilánimes, carentes del temperamento preciso  y  del soporte intelectual y ético necesario, no estarían capacitados, inmóviles en una suerte de hibernación,  en una espera indeterminada e incierta, abocada a la desesperanza, de la que muy pocos, los dotados de lucidez y temple, lograrían escapar.

Frente a la playa aspiró los aromas que transportaba la brisa,  y con la vista fija en un lejano barco que atravesaba el horizonte, dejó escapar el torbellino que bullía en su mente...




viernes, 9 de octubre de 2015

Tu rostro mañana






¿Cómo  puede no verse en el tiempo largo que quien acabará y acaba perdiéndonos nos va a perder? ¿No intuirse ni adivinarse su trama, su maquinación y su danza en círculo, no oler su inquina o respirar su desdicha, no captar su despacioso acecho y su lentísima y languideciente espera, y la consiguiente impaciencia que quién sabe durante cuántos años habrá tenido que contener?

¿Cómo puedo no conocer hoy tu rostro mañana, el que ya está o se fragua bajo la cara que enseñas o bajo la careta que llevas, y que me mostrarás tan sólo cuando no lo espere?

(Javier Marías "Tu rostro mañana" "1 Fiebre y lanza")

jueves, 1 de octubre de 2015

Interrogantes




[...] Volvió a preguntarse qué relación eran capaces de entablar entre sí los seres humanos. ¿Cómo podía uno poner en orden su vida, causar poco daño y continuar unido a otras personas?

(Richard Ford, "De mujeres con hombres")




Tras una larga caminata a través de una vereda ignota que se difumina por momentos en la oscura espesura de la fronda, abrazada por la niebla, se detiene unos instantes junto a un tronco vencido por los rigores de algún lejano invierno.

Con trazo grueso trata de esbozar un balance provisional de la situación. A su mente acuden varios términos que acotan cualitativamente el territorio a través del que transitan  sus sentimientos, aunque no resulten adecuados para nominar con precisión estos últimos: confianza, episódico, provisional, relativismo, deriva, escepticismo, resolución… Habitualmente su pensamiento no se  manifiesta a modo de frases perfectamente construidas, sino como instantáneas fotográficas que reflejan palabras clave que constituyen una síntesis, cargadas de un significado tan proteico que trasciende  lo recogido en los diccionarios.

Siente los arañazos de la inquietud al constatar con desazón que  algunos factores, obviados por considerarlos marginales o infravalorados por mero descuido,  han devenido determinantes. Ha actuado guiada por unos principios en los que cree honestamente, pero los hechos son rotundos y resultan inapelables.  

Se concede un tiempo para serenarse. Exhala el aire de sus pulmones lentamente, formando una fugaz nubecita de vapor que se condensa a su alrededor disolviéndose de inmediato.

No es pusilánime su naturaleza, no elude la incertidumbre, pero preferiría tomar la iniciativa en su gestión, no verse abocada a ser reactiva en sus decisiones. Como ocurre a veces en medio de las sinuosas y escarpadas trochas que le gusta recorrer, en caso de súbita tempestad, traspasado cierto punto resulta preferible continuar avanzando en lugar de retroceder. Aunque lo que espera más adelante sea incierto.

Ignorando los funestos vaticinios que brincan en su conciencia, comienza a caminar. Estoica frente a los imponderables…




domingo, 20 de septiembre de 2015

Influjos





Estaba de pie, ligeramente apoyada sobre el respaldo de un banco de madera, dando la espalda al mar. El pelo de la joven aleteaba al compás de los pulsos del aire que, tributario del régimen costero de brisas, refrescaba la mañana. La casualidad la había convertido en espectadora  de la conversación que tenía lugar en una mesa del cercano chiringuito. Su atención había quedado cautivada, no por el contenido de la misma, que apenas le llegaba entrecortado por los sonidos del oleaje, sino por la figura de uno de los contertulios, una mujer muy mayor sentada de frente a ella.

La anciana se mostraba muy activa y sus intervenciones eran recibidas con notorias muestras de alborozo por el resto de sus acompañantes. Observando la escena con cierto detenimiento, resultaba patente la relativa incongruencia entre la avanzada edad de la mujer y sus ademanes, manifiestamente juveniles, si nos atenemos a lo que suele ser habitual. No se trataba de una de esas personas que, reacias a  la aceptación del envejecimiento inapelable, se visten de manera estrafalaria, adoptando una pose anacrónica en un patético esfuerzo por aparentar una impostada juventud. Su tono de voz era firme pero lejos de resultar tajante. Aderezaba su conversación con esporádicas sonrisas, enmarcadas en un amplio repertorio de gestos faciales que enfatizaban sus palabras, adornadas con suaves movimientos de sus manos  bellamente trazados.

Pensó que ante ella tenía una de las escasas oportunidades de contemplar la plenitud. Vida que en su decurso se manifestaba como si el pasado con sus inevitables heridas hubiera sido abolido, existencia centrada exclusivamente en degustar el ahora, ausente de cualquier inquietud por lo que vendrá después.

La joven sonrió levemente y reanudó su paseo reflexionando maravillada sobre la capacidad de los sucesos cotidianos para incidir en los estados de ánimo, incluso para alterar su curso.  Y en eso estaba, en aguzar su sensibilidad latente, en someterse a un programa de entrenamiento sistemático que le permitiera detectar el influjo positivo, captarlo y canalizarlo para alimentar su bienestar, contrarrestando así toda la oscuridad que cada día se nos viene encima sin pedirnos permiso...



sábado, 12 de septiembre de 2015

Nómadas

"Lo importante es transformar la pasión en carácter."

(Franz Kafka)






Espoleada por una ilusión que afilaba con constancia, había abrazado una existencia nómada a la que se entregaba con genuino fervor.

Los interludios se asimilaban al vertiginoso vacío de un tiempo plano y desvaído que la impelía a no detenerse.

Su naturaleza errante era, ante todo, una disposición mental,  se plasmara o no en acciones concretas, y en esa característica radicaba su potencia. Una esencia jalonada de palabras, melodías que transportaba el viento y paisajes perseguidos con denuedo.




jueves, 27 de agosto de 2015

Elogio de la Sombra


Bajo la apariencia de unas frases sencillas, un cristalino raudal de lucidez cuya lectura resulta más provechosa que muchas de las asignaturas que se cursan en nuestras decadentes universidades...






3. Desdichado el pobre en espíritu, porque bajo la tierra será lo que ahora es en la tierra.

27. Yo no hablo de venganzas ni de perdones; el olvido es la única venganza y el único perdón.

34. Busca por el agrado de buscar, no por el de encontrar...

48. Felices los valientes, los que aceptan con ánimo parejo la derrota y las palmas.

50. Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor.


"Fragmentos de un evangelio apócrifo" ( publicado en el libro  "Elogio de la sombra"; Jorge Luis Borges, 1969)

jueves, 20 de agosto de 2015

Matices





Había recorrido sin detenerse gran parte del camino: una  senda ascendente salpicada de lagos, trazada sobre un terreno adornado por un bosque de pino negro, rododendros y jugosos prados de altura. Imprimía una cadencia constante a sus pasos, los dibujaba con la armonía y la precisión de una danza, orlando sus movimientos con un halo de ingravidez. Se concedió unos instantes de pausa. Se acomodó en la orilla lacustre alzando la vista hacia las cumbres que la circundaban. El agua misteriosa y gélida, al ser mecida por la fresca brisa, emitía un arrullo monocorde que la invitaba a sumirse en un grato estado de serenidad. Recorrió con fruición los rasgos que definían la fisonomía de las cimas rotundas que se proyectaban sobre la superficie. Imaginó la apariencia del paraje en las épocas pretéritas de su remoto origen glaciar.

Abrió todos los poros de los sentidos con intenso regocijo al aire vivificante, al silencio telúrico salpicado ocasionalmente por el deslizamiento de alguna roca en las pedreras, a los amplios horizontes desbordados de luz, al roce leve de la vegetación, a un vuelo errante sutilmente delineado, a la penumbra que proyecta una nube... A la alegría de estar viva.

Pensó en los sucesos recientes; Tal vez lo ocurrido tenía su origen en el desconocimiento de la taxonomía de los sentimientos, en la carencia de una diáfana comprensión semántica que evitara la recurrente confusión entre lucidez y frialdad, estoicismo e indiferencia, juicio propio y solipsismo... Quizá, sencillamente,  ya era tarde para ellos. 

Un chapoteo la sacó de su cavilación y le sugirió que era el momento de reanudar la marcha.

Tenía pocas certezas, pero le resultaban suficientes...





martes, 11 de agosto de 2015

Josep Mª López-Picó





Placer del puerto

Un hombre de ojos grises, llenos de bruma del norte,
sorbía una naranja en un rincón del puerto.

Me ha mirado. Su mirar: -¡Qué placer de sol! - decía.
Y la niebla de sus ojos casi desaparecía.


Plaer del port

Aqueix home d'ulls grisos, plens de boires del nord,
xuclava una taronja en un racó del port.

M'ha esguardat. Son esguard: -Quin gust del sol! - em deia.
I ha semblat que la boira dels seus ulls es desfeia.



Llueve en el puerto

Llueve en el puerto. Los buques se duermen
por la canción del agua, y ella canta.
Llueve en el puerto. Desvanecerá
la lluvia un rayo de sol. Los navíos
al despertar se agitarán. Y, entonces, 
se deshará la imagen, que en el aire
dócil la lluvia había dibujado
haciéndoles soñar ser de cristal.


Plou en el port


Plou en el port. De la cançó de l'aigua
s'adormen els vaixells, i l'aigua canta.
Plou en el port. Esvairà la pluja
un raig de sol. Llavors els navilis
per deixondir-se es brandaran i en moure's
se desfará la imatge que en els aires
dòcil la pluja havia dibuixada
i els feia somniar ser de cristall.


A la sombra del olivo

La luz reposará en el gris ceniza
con que mitigas el deseo ardiente.
Haz que encuentre plata (1) del pensamiento,
árbol discreto; ayúdame a entender.

A l'ombra de l'olivera

Reposarà la llum en el gris cendra
amb què mitigues el desig ardent.
Fes-me trobar l'argent del pensament,
arbre discret; ajuda'm a compendre.


Mayo

Sombra de vuelo en el agua
dejas la clara alegría
deslizándose aún más rápido
el rastro de la memoria
del instante que fue imagen.

Maig

Ombra d'un vol damunt l'aigua
deixes a la clara joia
llisquent, més ràpid encara,
el rastre de la memòria
de l'instant que fou imatge.


Preludio de la tarde

Flautas de la (2) caña
adormecen, margen
de la torrentera,
luces de la tarde,
panical y menta,
trémulos aún del
sol donde se imanta 
la primera estrella.

Preludi capvespral

Flabiols de canya
adormen, als marges
de la torrentera
les llums de la tarda,
panical i menta,
trèmules encara
del sol on s'imanta
la primera estrella.


Septiembre

Llueve en la playa; horizonte cerrado.
¿ A dónde va, se funde, tanto olvido,
en la grisez (*) de dos aguas?

Arriba, rompe las nubes un deseo
y un pensamiento conmueve la mar,
apenas del retorno, una sonrisa
entre la playa y el horizonte más bajo,
gracia del azul, por un desgarro.

Setembre

Plou a la platja; l'horitzó és tancat
¿On van, si es fonen, tants oblits,
dins la grisor de dues aigües?

Dalt, esquinça els núvols un desig
i un pensament commou la mar,
a penes retornat, amb un somrís
entre la platja i l'horitzó més baix,
mercè del blau, per un esquinç.




(*) En mi modesta opinión  la traducción realizada por  Jaume Pomar, en líneas generales,  no es demasiado afortunada. Como ejemplo, entre los poemas incluidos en esta entrada la palabra  "grisez" . Creo que lo adecuado sería  "grisura".

(1) ¿Por qué suprime el artículo?

(2) ¿Por qué incluye un artículo que no está en el original?

Antología  de la Obra poética basada en "Obras completas"  (Josep Mª López-Picó, 1948). Traducción del catalán por Jaume Pomar (1969) Edic. La Polígrafa, S.A.

viernes, 7 de agosto de 2015

Pesadilla

Nada  sucede dos veces
ni va a suceder, por eso
sin experiencia nacemos, 
sin rutina moriremos.

En esta escuela del mundo
ni siendo malos alumnos
repetiremos un año,
un invierno, un verano.

No es el mismo ningún día,
no hay dos noches parecidas,
igual mirada en los ojos,
dos besos que se repitan.

(Wislawa Szymborska, fragmento de "Nada dos veces"





Tras unos instantes de concentración, con un esfuerzo para el que precisó aunar todas las fuerzas disponibles, tensó los músculos vencidos por la lasitud y emergió del duermevela, bañada en sudor y con la sensación de que el verano, materializado en una boca inmensa en cuyas fauces se atisbaba una eterna noche tropical, estaba a punto de engullirla.

Se había soñado inmersa en un día de horizontes brumosos, cegada por una luz de brillos hirientes, inmovilizada por una espesa calina que le embotaba el entendimiento, mientras un sol bicéfalo derramaba un magma incandescente sobre una inmensa llanura plana.

Aturdida y confusa, caminando por mera intuición,  se introdujo en la ducha, accionó el pulsador con desesperación  y dejó que el agua fría corriera por su piel.  Respiraba mejor, como si su cuerpo fuera capaz de captar por todos los poros, en una suerte de ósmosis, el oxígeno contenido en el agua.

Comenzó a razonar con lucidez. Retomó las coordenadas espacio temporales abolidas por el delirio onírico que la había atenazado.

Cerró los ojos unos instantes; imaginó... Era muy tenue, un eco lejano, incluso diría que un breve hálito fresco le había acariciado las mejillas húmedas y brillantes.

Quizá una llamada a cerrar filas frente a la frustración, la sumisión y la desesperanza que, sin cuartel, pugnaban por doblegar su ilusión, su voluntad, por laminar su vida. Tiempo de pactar con el tedio, de arrancarle otro día...



jueves, 30 de julio de 2015

viernes, 17 de julio de 2015

Otras miradas

Existen otras formas de mirar, de constituir el mundo, territorios de horizontes diáfanos donde liberarse de la tediosa tiranía de la  "realidad oficial", prescindir de lo irrelevante y buscar la vida que late en lo esencial: 





Si quieres olvidar, si no te basta
con ahuyentar heridas y desprecios,
acuérdate del día en que un poema
te liberó del mundo y sus engaños.

(María Sanz)





Sólo quiero recordar de este verano
la mirada cómplice
de una vecina que tomaba el sol
desnuda y sonrió complacida
al darse cuenta de que la contemplaba,
y aquel instante fugaz, irrepetible,
de total quietud en que el mundo quedó
desierto de sí mismo y era un cristal
transparente y de nuevo compacto.
El verano no será otra cosa,
este verano, quiero decir, y si alguien me habla
de aquellas mil bagatelas inefables
que componen los días y las noches,
diré tranquilamente: - No me acuerdo.

(Miquel Martí i Pol)




Debo mucho
a quienes no amo.

El alivio con que acepto
que son más queridos por otro.

La alegría de no ser yo
el lobo de sus ovejas.

Estoy en paz con ellos
y en libertad con ellos,
y eso el amor ni puede darlo
ni sabe tomarlo.

No los espero
en un ir y venir de la ventana a la puerta.
Paciente 
casi como un reloj de sol
entiendo
lo que el amor no entiende;
perdono
lo que el amor jamás  perdonaría.

Desde el encuentro hasta la carta
no pasa una eternidad,
sino simplemente unos días o semanas.

Los viajes con ellos siempre son un éxito,
los conciertos son escuchados,
las catedrales visitadas,
los paisajes nítidos.

Y cuando nos separan
lejanos países
son países
bien conocidos en los mapas.

Es gracias a ellos
que yo vivo en tres dimensiones,
en un espacio no-lírico y no-retórico
con un horizonte real por lo móvil.

Ni siquiera imaginan
cuánto hay en sus manos vacías.

"No les debo nada",
diría el amor
sobre este tema abierto.

(Wislawa Szymborska)




lunes, 13 de julio de 2015

Gestión de las expectativas


La rutina, no es lo que se hace a diario, es lo que de vivir se olvida.

 (Chema Jiménez, "Bien ¿Y tú?")









Casi todos lo denominaban felicidad,  término que rechazaba rotundamente por considerarlo demasiado pomposo, estático y grandilocuente, siempre etéreo e inconcreto,  y en consecuencia muy poco operativo.

Su conceptualización  era más tangible y funcional, sin por ello resultar carente de emoción. Se circunscribía, en esencia, a  la adecuada gestión de las expectativas, a la utilización, para entretejer los proyectos vitales, de todos aquellos materiales básicos cuyo aporte fuera conveniente en cada circunstancia.


Acogerse a este constructo soslayaba peligrosos escollos, y abría ante su mirada inquieta y curiosa una amplia y multicolor paleta que se intuía plena de posibilidades verosímiles…

domingo, 5 de julio de 2015

Emociones e impresiones



Impresiones que emocionan, emociones que impresionan, textos que evocan visiones, imágenes que describen con la precisión de un texto, como en los ejemplos siguientes:






La Sierra de Guadarrama "devuelve en energía y salud el esfuerzo gastado en conocerla" y "procura, además, en las altas cumbres un género de estética acabado por la perfección de las sensaciones de silencio y quietud de las grandes masas rocosas levantadas en sentido vertical"

(Constancio Bernaldo de Quirós, 1909, Guía Alpina del Guadarrama)


"... del ritmo de los viejos caminos, del compás del viento y la lluvia, de la permanencia del perfil de la roca; del ciclo de las hojas, de la calma de los panoramas serenos y pacientes del horizonte".


(Eduardo Martínez de Pisón)









22 de abril de 2014. Larga reexploración de Peñalara. La temperatura se ha reducido significativamente. Viento frío, cielo nublado, paisaje casi siempre en la sombra. La nieve desaparece rápidamente y también se ha reducido el caudal del agua. Subo a la Laguna Grande en busca de los neveros restantes. El hielo en el agua ha desaparecido, queda mucha nieve en las pedreras y en las sombras. Hago media vuelta alrededor de la laguna en busca de las grandes rocas y la nieve. No hay nadie, no hay ruidos extraños. El sonido del agua que fluye entre las piedras. A lo lejos la cascada de la Pared Negra. Nadie, sólo una cabra montés mucho más arriba. Bajo de nuevo a la entrada de la Hoya. Luego subo la morrena para alcanzar el camino del Zabala. Miro largo rato la Laguna Chica: una poesía profunda, simple, modesta. Dos pequeños charcos de agua que casi se me habían olvidado. Los pinos descarnados cerca del agua, el diálogo con el horizonte, la lejanía azulada, el campo de nieve persistente. Llego al refugio Zabala. Todo en sombra y destellos momentáneos de sol. Última luz sobre las morrenas altas, entonces la sombra y todavía el frío.

(fragmento del diario de campo del pintor Alessandro Taiana)



"Laguna Grande de Peñalara-Deshielo" (2014). Óleo sobre lienzo. 81x130 cm.
(Alessandro Taiana)


viernes, 26 de junio de 2015

Fatuo afán



Hoy, mañana quizá
y la suerte de unas cuantas primaveras.
Hoy, mejor no esperar
que la vida se me escora con la espera.
Caminaré, si mi tiempo se me escapa
por las rendijas de la soledad.
Caminaré. Si no avanzo y me adormezco
es que algo estoy haciendo mal.
Caminaré. Hoy.

Y mejor no esperar
Que la vida se esfuma en la espera,
paciente pero nunca ausente,
que si espero demasiado mi tren se alejará.
Y subo a las montañas
y con arte y otras mañas
pinto piedras y consigo volar.
Eso hago, poca cosa
sólo busco el perfume en la rosa
y del mundo, caminar.


Hoy, pienso al caminar.
Caminando se me aclaran las ideas.
Hoy, espero no errar
y si yerro salga el sol por Antequera.
Caminaré, que el camino cunde tanto
que en cien vidas no lo gastaré.
Y aprenderé que aunque nunca hay vuelta atrás,
puerto y ancla no habré de perder.
Caminaré.

Y mejor respirar
que la vida sin resuello se estrecha,
viviendo sé que de prestado.
Y el que vive a su manera
no precisa ni mundo ni montera.

Y hoy, mejor se andará
si se quiere menos de lo que se espera.

(Manolo García "Caminaré")






La tenaz cuenta atrás no conocía la pausa, jamás se detendría para entender sus razones, no le otorgaría un descanso para que tratara de reconstituirse. Tal vez en este proceder se encontrara la esencia del avance, de la evolución, o quizá crecer y evolucionar constituyan casi siempre una pretensión vana.

Lo cierto es que en el fatuo afán del deseo desmedido, en la aspiración a eludir todo padecimiento, toda incomodidad incluso, se perdía la esencia de uno mismo, se desvanecía la vida, y la esperanza se diluía en un borroso sueño de la imaginación  que galopaba entre un pasado inexistente y un futuro inalcanzable...




sábado, 20 de junio de 2015

Como el humo de una vela...


Como el humo de una vela recién soplada, que se apaga, que se extingue, que se va.

(Sandra Pransky, "Sóplame")






Ensimismado, absorto en ignotas cavilaciones, quizá enredado con cualquier imagen surgida de algún recóndito pliegue de la memoria, el anciano meditó detenidamente su respuesta. La joven, expectante, trataba de contener su impaciencia.

Parpadeó con lentitud, una tenue sonrisa iluminó el surcado rostro y, fijando en ella su azulina mirada, musitó: desaprender,  otorgar su valor a cada instante. Para sorpresa de la joven, no hubo más.

El anciano observaba ahora con curiosidad una nube errante que adornaba el crepúsculo...


viernes, 12 de junio de 2015

En el bosque










Cuando paso bajo el enramado en aquel bosque de mi infancia, un sentimiento de nostalgia se pasea de incógnito por entre los cenicientos troncos, con sus rayos que penetran la fronda y cubren de luz la hojarasca. Respiro profundamente sentada en los riscos, entre los musgos incipientes y las yerbas menudas, para congraciarme con un paisaje casi místico, sorprendente. Me siento como si formara parte de esa naturaleza que me dio ser, la cual percibo plenamente en mi interior y que a la vez es tan propia como ajena.

Silvia Patón




viernes, 5 de junio de 2015

Versos on stage

Quizá solo se trate de encontrar
 a quien te sigue mirando
cuando tú cierras los ojos.


Elvira Sastre












La duda, implacable, puntual a la cita.

La boca seca, reflejo de una inquietud que le nacía en el centro del pecho.

El deseo de escapar, ahora más intenso y difícil de aplacar.

Aquella voz interior, inoportuna y familiar.


Sin poder resistir la curiosidad descorrió la tela negra, apenas un palmo, para lanzar una mirada fugaz. Aterrada, cerró los ojos y trató de abstraerse del eco atronador que llegaba desde el exterior.




Apenas se reconocía, después de  los intensos meses transcurridos desde la invitación. Ella, el paradigma del retraimiento, transmutada, partícipe de un fenómeno de masas. 

En los instantes de zozobra, añoraba su vida anterior, tranquila, previsible, casi contemplativa. Se imaginaba de nuevo sentada en su rincón preferido del "Central" con el cuaderno abierto delante, saboreando el primer café de la mañana, jugando con el capuchón de la pluma mientras observaba el paso de la vida.

Y, sin embargo, el entusiasmo de toda aquella gente, no podía ser fingido. A este pensamiento trataba de aferrarse.

Sonaban los primeros acordes. La máquina de humo, cuyo soplido le produjo un escalofrío,  comenzaba a expandir una cerrada niebla por el escenario, que al ser traspasada por los focos de luz multicolor, causaba una honda impresión de irrealidad. Comprobó de nuevo que el emisor del micrófono inalámbrico estuviera correctamente ajustado.





Pronto sus versos, compuestos en la más absoluta soledad, destinados a la experiencia íntima de la lectura reflexiva, se fundirían con unas melodías diseñadas a medida, trocados en otras criaturas que con frecuencia le costaba reconocer como propias: palabras galopando el sonido, agarrándolo por las crines, supeditadas al efectismo, coreadas por miles de gargantas. Palabras cuyos matices se diluían en un magma de emoción.


Su mirada se cruzó un instante con los cálidos y amables ojos de Ainara, la solista, la intérprete de su mensaje, cuya sonrisa, acompañada de una firme presión en su hombro,le infundió la serenidad y decisión que necesitaba. Con un gesto de asentimiento, comenzó a caminar hacia el lugar destinado a las segundas voces. 

Era su última noche y se propuso disfrutarla, después podría reanudar su camino...