sábado, 20 de junio de 2015

Como el humo de una vela...


Como el humo de una vela recién soplada, que se apaga, que se extingue, que se va.

(Sandra Pransky, "Sóplame")






Ensimismado, absorto en ignotas cavilaciones, quizá enredado con cualquier imagen surgida de algún recóndito pliegue de la memoria, el anciano meditó detenidamente su respuesta. La joven, expectante, trataba de contener su impaciencia.

Parpadeó con lentitud, una tenue sonrisa iluminó el surcado rostro y, fijando en ella su azulina mirada, musitó: desaprender,  otorgar su valor a cada instante. Para sorpresa de la joven, no hubo más.

El anciano observaba ahora con curiosidad una nube errante que adornaba el crepúsculo...


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Tú cómo lo ves?