La estrecha, pedregosa y árida senda serpea ascendente, proyecta su punto de fuga en los cantiles lejanos. El río, lámina esmeralda, y su manso deslizar... Las nubes a la deriva flotan inertes, sus sombras se amplifican sobre el fondo del valle, produciendo una danza de claroscuros virtuales, arcana coreografía.
El páramo; algunas sabinas resistentes a los fríos y los vientos de tantos inviernos: sobriedad bella.
Crepitar de pisadas, soledad, mar abierto, orzar, ceñir, surcar, vivir...
Ceñir: navegar a vela en contra del viento, formando el menor ángulo posible.
Orzar: inclinar la proa hacia la parte de donde viente el viento (RAE)
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