Gotas de agua proyectadas por
la lluvia
resbalan sobre el cristal:
erráticas sus trayectorias,
a merced del aire, del
traqueteo del tren.
Un viajero de rostro desarbolado,
lastrado por tanto tiempo mal
vivido.
La erosión de sus rasgos:
abatimiento y
decadencia.
Su mirada perdida, vacía, rendida,
la ilusión abandonada alguna tarde remota.
Respiración agitada que perdió ya el compás.
Aferrado a su cartera con desesperanza:
náufrago en inmenso océano
negro,
pequeño héroe agotado,
derrotado.
Cuerpos bajo la lluvia cruzan la ciudad, exánimes.
Material fungible que
alimenta las calderas;
Vidas irrelevantes.
Gotas de agua vagando a la deriva,
Y el autor de este poema?
ResponderEliminarEste texto es cosecha propia. La descripción de una de tantas personas con las que cualquier mañana coincido en el tren.
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