(Pío Baroja, "Camino de perfección, 1902)
Turbina frenética que ataca notas
cada vez más altas:
disonancia furiosa y ávida que comprime
el territorio vital,
aniquila los sentimientos, las
esperanzas...
Escapar del tráfago: aliento
helado que cerca
y asola el motor de las ilusiones.
Abrazar la cadencia del tempo telúrico,
paladear la contemplación del lento pero inexorable cambio.
paladear la contemplación del lento pero inexorable cambio.
burlar
la galerna, una vez más…
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