viernes, 21 de marzo de 2014

Autodeterminación





Con frecuencia, fundamentalmente debido a los prejuicios sociales que condicionan la vida de los individuos,  la profesión u ocupación de una persona constituye uno de los principales rasgos definitorios de su identidad social e incluso de su personalidad. Si tenemos en cuenta las altas tasas de paro que sufrimos en la actualidad, que pocos de   los que cuentan con un empleo lo desempeñan en la actividad deseada o para la que cuentan con capacitación, y finalmente que entre estos últimos, no es extraño que la labor profesional no aporte demasiadas satisfacciones debido a múltiples circunstancias,   es difícil sostener que  con carácter general el trabajo sea algo más que uno modo de ganarse el sustento (que no es poco), salvo para una minoría afortunada que trabaja no solo en lo que desea sino como desea.




La "Teoría de la evaluación cognitiva", presentada por Deci y Ryan (1985) como una subteoría de la "Teoría de la Autodeterminación" señala que cuando los individuos participan en una actividad que han elegido y sobre la que tienen control, mejorará la motivación intrínseca, relacionada con la necesidad de explorar el entorno, la curiosidad y el placer experimentado al desarrollar dicha actividad sin recibir una gratificación externa directa (el desarrollo de la actividad en sí constituye el objetivo y la gratificación, suscitando también sensaciones de competencia y autorrealización). La motivación intrínseca  disminuirá si existe alguna percepción de control por un  factor externo. En el polo opuesto estarían las conductas facilitadas mediante motivación extrínseca (no autodeterminadas, sino determinadas por recompensas o agentes externos). 





Resulta interesante extraer alguna conclusión de este marco teórico, mucho más amplio que lo aquí expuesto. 


De este modo, la satisfacción personal, en sentido amplio, estaría relacionada con las conductas motivadas intrínsecamente (autodeterminadas) en las  que el interés por la propia actividad y las necesidades de competencia y autorrealización subsisten incluso después de haberse alcanzado la  meta. Es importante tomar en consideración, por lo que respecta al desarrollo de cada actividad en concreto, qué es lo que la sustenta motivacionalmente, con el objetivo de poder disfrutar de ella al máximo.




Las personas que desarrollan actividades autodeterminadas con cierto nivel de implicación, autodefinirían más su propia personalidad en función de dichas actividades que en relación con su profesión "oficial",  no siendo extraño que les resulte difícil concebir su existencia y su identidad al margen de las mismas.



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