jueves, 6 de marzo de 2014

Molinos de viento



















Vueltas y más vueltas este mundo da
y lo que ahora comienza se había acabado ya.
Los ciclos de la vida mueven el corazón,
lo que más odias te atrapa, lo que más quieres voló.

Molinos de viento, clavados en un lugar.
Como molinos de viento
condenados a girar.

Eso, lo sabes tú...

A veces el camino te enseña a caminar
pero elegir destino ese es otro cantar,
y alguien lo hizo antes y alguien lo hará después,
no necesito explicarte lo que conoces bien.

Molinos de viento, clavados en un lugar.
Como molinos de viento
condenados a girar.

Vueltas y más vueltas da, el síndrome de la espiral.
Todo lo que estaba bien ahora parece que está mal.
Y la historia se repite en forma circular.
Aún cambiando de dirección, sólo por el Este,
sale el sol...

(Molinos de viento, Asfalto)  http://www.youtube.com/watch?v=1g6jc00DUBQ


Uno de los supuestos básicos que sustentan ideológicamente a las denominadas sociedades occidentales democráticas es aquel que señala que un inmenso abanico de posibilidades de toda índole se ofrece a cada uno de sus miembros, los cuales pueden elegir con absoluta libertad su destino, dirigirse a él y culminar sus metas, a priori sin mayores obstáculos, si se aplican a ello. Sobre este presupuesto se estructuran sus instituciones y, por supuesto, en él se fundamenta la educación.


La sociedad, en líneas generales, asume de manera "acrítica" este axioma, ya sea de modo bienintencionado e  ingenuo, o desde el puro cinismo.  Pero lo cierto es que  sobre el que no triunfa, entendiendo por triunfo, fundamentalmente la obtención de una buena posición laboral (en profesiones de cierto prestigio, a ser posible) y económica, que sería el reflejo inequívoco desde esta óptica de que uno es dueño de su destino, se cierne un estigma cierto.



Si observamos de modo juicioso nuestro entorno, no podemos sino calificar este planteamiento de ilusorio en el mejor de los casos, si no de falacia. Sus más firmes defensores son aquellos que ostentan un buen estatus social, laboral y económico, merecido y obtenido con esfuerzo y trabajo en algunos casos, heredado o alcanzado de modo ilegítimo en muchos más.


Estas líneas no son un canto al inmovilismo, al derrotismo o al abandono de las metas e ilusiones, únicamente tratan de aplicar una mirada crítica a estos presupuestos cuya falsedad, aunque fuera en términos meramente estadísticos, puede comprobar cualquiera que abra los ojos y abandone los prejuicios al uso, tratan de ser un sencillo recuerdo y homenaje a todos aquellos que teniendo talento, capacidad, entusiasmo... Que habiendo trabajado con ahínco y dedicación,  han sido socialmente triturados y abandonados por no ajustarse al patrón esperado. También una llamada a la rebeldía, a que pongamos en cuestión el propio patrón e intentemos en la medida de nuestras posibilidades modificarlo.


El "mundo de posibilidades al alcance de todos" en el que supuestamente vivimos, puede ser una oportunidad de realización, pero con no poca frecuencia,  tácitamente, se aplica como descalificación para la gran mayoría que no consigue sus objetivos a causa de los numerosos condicionamientos sociales, económicos, culturales, biológicos o de otra índole, obviados por los que pretenden convencernos de que ya hemos alcanzado la sociedad de la igualdad de oportunidades,  por los que alentando el conformismo, hacen responsables de "labrarse su desgracia", a los que no triunfan, exonerando a los gobiernos, y a los de siempre, verdaderos responsables de esta situación.



2 comentarios:

  1. Ayer fui a la presentación en Corbera de "Procés Constituent", movimiento ciudadano que pretende iniciar una situación de nueva constitución, un nuevo acuerdo global de base a partir de las asambleas populares. Propugnan una "República del 99%" (és el movimiento impulsado por Teresa Forcades i Arcadi Oliveres). Pués bién, la intención es esa: destronar a ese 1% que ahora detenta la mayor parte de la riqueza. En la medida que el juego de ellos siga calando como hasta ahora (el miedo a estar peor y la esperanza de ser rico) no se va a conseguir la llamada "revolución pacífica". Hay, además, una buena parte de la población que gozamos (los que tenemos trabajo) de un buen nivel bienestar a pesar de los recortes salariales. ¿Nos movilizaremos, nosotros, teniendo en cuenta que una nueva constitución deberà significar una redistribución de las rentas (claro que empezando por las de los más ricos, pero luego las de la clase media que dispone de segunda residencia, dos coches, etcétera) y una redistribución del trabajo? Quién se movilize, en estos supuestos, será por questiones éticas o, a lo sumo, intectuales. És decir, muy pocos. Lo que quiero decir es que en esa presentación, por ejemplo, éramos pocos y el perfil, si no me equivoco, no era precisamente de gente pobre. Quizás, de la trentena de asistentes habían un parado, tres jóvenes (esta franja de población ya puede ser considerada como colectivo en situación crítica globalmente), el resto éramos de mediana edat o jubilados. Ningún inmigrante. No me pareció que hubiera representación de gente en situación de la pobreza que se quiere erradicar. Poca revolución va a haber, así.
    Otra cosa es la PAH.
    ¿Quizás sí que sea necesaria la reivindicación, el llamamiento? Puede que sí, que debe de insistirse en ese desenmascaramiento al que te refieres en tu escrito. Vamos a ver qué pasa. Los mecanismos del miedo y de la falsa esperanza de llegar a ser el privilegiado son muy fuertes.

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  2. Creo que tienes razón en tu conclusión. Para cambiar algo, en primer lugar hay que saber qué. La mayoría de la población, por su escaso nivel de reflexión acerca de estas cuestiones, no ha conseguido este primer, requisito. O todavía peor, saben que quieren cambiar, pero no de sistema, sino de clase social. Quieren ser como los que manejan la pasta y el poder. Por supuesto, no hablemos a nadie, por poco que tenga, de repartir, compartir... Y si tienen mucho, lo defenderán con su vida. Si hacemos caso de lo que nos dicen las teorías psicológicas acerca del desarrollo moral en las personas, la mayoría de los individuos nunca alcanzarán un estadio evolutivo moral que les permita siquiera plantearse este tipo de asuntos. Es decir, nadie de los que tiene dinero en grandes cantidades, y muy pocos de los que no lo tienen están por la labor. Desenmascarar el juego y tratar de abrir los ojos a las personas es lo primero. Esa labor, trato de practicarla modestamente a diario, como cuando veo a mis compañeros agobiados, sin necesidad real, por unos pocos euros, realmente preocupados por la falta de promoción, hablo de personas que tiene en casa buenos ingresos. Trato de invitarlos a disfrutar de lo que tienen, que vean que la vida es breve, que no malgasten el tiempo en esto, que nada nos vamos a llevar tras la muerte... Todo es obvio para nosotros, pero ellos no lo ven, y cuando lo intuyen, como en los funerales, rápidamente cierran los ojos y se lanzan a la calle a continuar en la rueda: los pobres y los ricos.

    Tratemos de mantener la lucidez, que con el panorama descrito, es un gran tesoro.


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¿Tú cómo lo ves?