domingo, 3 de agosto de 2014

El presente y las palabras





Con relativa frecuencia las personas tienden  a intelectualizar  las experiencias gratas en las que se ven inmersas. En principio, no hay en ello mayor problema. Pero puede ocurrir, en   ocasiones, que el instante, que paradójicamente se torna tanto más escurridizo cuanto más agradable, se esfume si no concentramos toda nuestra atención en  su disfrute de un modo más sensitivo e intuitivo. Quizá sería interesante zambullirse y empaparse de sensaciones. Más tarde habrá oportunidad para la recreación o la explicación... 

Al hilo de esta pequeña reflexión, a continuación reproduzco un breve poema de Wislawa Szymborska que juega con este concepto: la fugacidad, lo etéreo que resulta lo que denominamos presente, cuando lo traducimos a palabras.





Las tres palabras más extrañas

Cuando pronuncio la palabra Futuro,
lo destruyo.
La primera sílaba pertenece ya al pasado.
Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.
Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.



1 comentario:

  1. Los cinco primeros versos són (probablemente de manera intencionada) diáfanos, en contraste con la oscuridad de los dos últimos. Si en la primera parte el pasado destruye el futuro y el ruido el silencio, en el enigmático final, la Nada no destruye sinó que crea. Pero en negativo. De hecho, la nada, "cabria" en cualquier continente. Sólo en la no-existencia no cabria, porque la no-existencia destruye incluso la nada.

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